Me encanta mi trabajo. Cada día soy más consciente de la suerte que tengo. Lo más mágico de la fotografía es que me ha permitido expresar ideas y captar sentimientos que de otra manera no hubiese sido capaz de hacerlo. Y vivir y ser parte por unos instantes de muchas historias de amor.

¿Os habéis preguntado alguna vez de qué color es un sentimiento? ¿Y la risa?

Depende de las personas que fotografío. El poder que tienen esas fotos sobre mí es el de imaginar historias completas a partir de instantes. En las sesiones no sólo se fotografía. Se habla, se cuenta, se conoce y se ríe. En las sesiones de pareja lo que conozco son pedacitos de historias de amor.

Como fotógrafo seguramente no necesito saberlas para hacer bien mi trabajo. Como persona, tengo la necesidad de conocer a quién le estoy dedicando mi tiempo. Siento que atesoro recuerdos ajenos con historias que me alimentan el alma.

Guardo esas historias en un fichero en mi memoria, cada persona tiene el suyo propio. Y cuando pienso en esa persona, mi mente saca ese fichero y lo procesa en milisegundos. Eso me evoca un sentimiento, un color, sensaciones y algún recuerdo.

Cuando no recuerdo a alguien, es porque no conseguí llenar su fichero. Y si el fichero está vacío, termina por desecharse de mi mente. Perdonad si en las sesiones os pregunto por vosotros, detalles, vuestra historia. Quisiera recordar cada una de mis sesiones y de la mayoría lo consigo.

Conocía a Ara desde hacía tiempo. Compañera de profesión, he tenido el placer de trabajar con ella codo con codo. El día de la sesión conocí un aspecto muy diferente de ella, otro pedacito de su historia, que recordaré con marrones y verdes oscuros del otoño junto con un olor a bosque y a lluvia.

Me encanta mi trabajo.

P.D. Sé que debiera seguir las recomendaciones de mi Community Manager y no compartir más de 15 fotografías por publicación dado que los lectores perdéis el interés y no llegáis al final de la publicación.. peeeeeroooooooo… hoy me lo voy a saltar. Estoy obligada a hacerlo y estoy seguro que lo entenderá. No puedo resumir la historia de Ara y Carlos sólo en 15 resumidas fotos. Su historia necesita de muchas más.

 

 

   

 

 

 

Si quieres ver más sesiones de pareja en el campo, podéis ver la Sesión de fotos de Gus y Guada

Si en cambio prefieres ciudad al campo no dudes en pasarte a ver la sesión de Laura y Alberto en pleno centro de Madrid

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